Impsa está en venta y Pescarmona quedaría afuera de la sociedad

La empresa metalúrgica fundada en 1907 superó una reestructuración de su deuda que derivó en la toma del control por parte de sus acreedores. La familia quedó con un 35% de las acciones. Ahora buscan inversores por el 100%.
Según los registros del BCRA, a diciembre de 2019, los créditos tomados por la empresa con entidades financieras locales ascendían a poco más de $3.700 millones. De ese total, 82% corresponden al Banco Nación y se encuentra en situación 5 (irrecuperable). Así es que el Estado argentino es actualmente uno de los acreedores clave de la empresa y sigue de cerca el desarrollo de sus negocios. Incluso en el sector se especula con la posibilidad de que se quede con alguna de las operaciones de Impsa.
La debacle de Impsa se precipitó en 2014 cuando se declaró en default con deudas que superaban los u$s1.000 millones. Luego de arduas negociaciones la empresa logró una reestructuración de deuda que llevó a sus pasivos a menos de la mitad, pero en el proceso la familia Pescarmona perdió la participación mayoritaria en la compañía. Con el correr de los años, la firma mendocina tampoco consiguió estabilizarse ante los cimbronazos de la cambiante economía argentina y ahora todos sus activos muestran cartel de venta.
En la nota enviada a la CNV a fin de diciembre último, la empresa dice que a pesar de las dificultades de los últimos años, pretende seguir “a la vanguardia del desarrollo tecnológico mundial en materia de energía hidroeléctrica, nuclear y otras energías renovables”. En este marco apuesta a la “concreción de un proceso ordenado de búsqueda de inversores, tal como se acordó en la reestructuración de deuda completada en abril de 2018”.
Aunque el proceso recién arranca, desde el sector adelantan que hay varias firmas interesadas para quedarse con los activos de Impsa, aunque aún nadie hizo una oferta concreta. “Son procesos largos en los que se evalúan todas las posibilidades que hay en el mercado, pero la empresa sigue funcionando totalmente con normalidad y el objetivo es mantener el sitial que ha ocupado durante décadas a la vanguardia del desarrollo tecnológico mundial en materia de energía hidroeléctrica, nuclear y otras energías renovables”, detallan desde la compañía que actualmente tiene como CEO a Juan Carlos Fernández y emplea en forma directa a más de 500 personas.
El personaje
Enrique Pescarmona es nieto del fundador de la metalúrgica Impsa. Durante su gestión al frente de la empresa familiar se ocupó de impulsar la internacionalización de sus negocios. Extendió sus operaciones a Venezuela, Colombia, Malasia y Estados Unidos.
Pescarmona declaró el año pasado como arrepentido en la causa de los cuadernos, pese a que ya no tenía el control de la empresa.
Argumentó que se había visto obligado a realizar pagos para destrabar desembolsos por operaciones de la compañía en Venezuela durante el Gobierno de Hugo Chávez.
Fuente: ámbito.com